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La electroestimulación y la masa muscular

Electroestimulación.

Como se comentó en otro artículo, podemos definir al sobrepeso y la obesidad como enfermedades crónicas y multifactoriales caracterizadas por el aumento de reservas energéticas, lo que desencadena el aumento del peso en relación con incremento de la grasa corporal.

El tratamiento consiste a cambios en el estilo de vida, a reducir la ingesta calórica a través de una dieta (que debe constar de una alimentación variada, balanceada, completa y suficiente) y a incrementar el gasto energético por medio del ejercicio, sobre todo de tipo aeróbico (caminar, trotar, correr, nadar, básquet, vóley, futbol, etcétera) de treinta minutos al día, seis veces por semana. Desde luego, hay que considerar que el ejercicio indicado se adecúa a la condición física y médica de cada paciente, siempre guiado por un profesional.

En cuanto al tratamiento farmacológico, se prefiere usarlo a partir de un IMC mayor a 27 y/o asociado a comorbilidades (resistencia a la insulina, diabetes, hipertensión arterial, dislipidemia, sedentarismo, etcétera). El fármaco elegido, en caso de necesitarlo, lo determina el médico endocrinólogo.

En la actualidad, sumado al manejo inicial de cambio de estilo de vida (alimentación saludable y ejercicio diario) y al tratamiento farmacológico (en caso se requiera), existe la aparatología para ayudar al paciente a bajar el exceso de grasa localizada que persista en zonas de difícil manejo (abdomen, caderas, espalda baja, brazos, glúteos, etcétera), además de que mejora los tiempos de bajada de peso y el resultado estético final es mucho mejor y sin la necesidad de cirugía.

 

La ELECTROESTIMULACIÓN consiste en la estimulación de la contracción muscular a una potencia mayor que la realizada por el ejercicio, lo cual permite desarrollar una efectiva y mejor modelación del cuerpo, contrarrestar la celulitis y la flacidez y también tiene efecto de drenaje. Además, las contracciones musculares permiten mayor consumo de energía afectando así los depósitos de grasa y con ello logra que su eliminación sea más efectiva. La estimulación muscular trabaja directamente en los centros motores logrando contracciones sin cansancio, permitiendo el movimiento de los músculos sin esfuerzo, sin sobrecarga en las articulaciones, actúa local y selectivamente sobre los músculos escogidos. Sus beneficios son: reducir, tonificar, modelar, drenar áreas como abdomen, caderas, muslos flácidos, glúteos flácidos, cintura, entre otros.

 

Este tratamiento es excelente para la sinergia del tratamiento de reducción y adelgazamiento. Una persona puede estar en su peso normal y aun así tener adiposidades que se forman por la flacidez muscular. El trabajo electrofísico que produce equivale a levantar pesas y la aplicación en el abdomen equivale a 250 abdominales.

 

Nuestra recomendación es siempre ser evaluado por un médico especialista en endocrinología que le guíe en el cambio de estilo de vida, la dieta y en el nivel de actividad física requerido y, asimismo, evalúe si es candidato de medicación y/o aparatología y que defina el tipo de la misma para potenciar y acelerar su tratamiento.

Escrito por los profesionales de INM. Derechos Reservados.

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